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20.09.2010 13:34

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17.09.2010 00:44

 

Víctor Lewis, un pasado hecho presente

Por René Hernández.

 

Los artistas saben quedarse en la vida después del suceso triste de la muerte física. Cuando los artistas entienden que su obra es la sobrevivencia con la que seguirán acompañando a quienes fueran sus contemporáneos o a las generaciones del porvenir, entonces se comprometen en el amor a su oficio. Admirar los cuadros del artista colonense Víctor Lewis es recordar la vida de una persona sencilla, especial, con grandes dotes y un alma artística que no tenía comparación.

Cuadros, cuadros y más cuadros es lo que rodea a Víctor Lewis, el gran pintor colonense muy orgulloso de su procedencia. Al vender sus cuadros, sentía que dentro de sí lo despojaban de algo interno.

Para el pintor, sus cuadros tenían tanto valor que no encontraba un precio para su arte. El sostenía que si una persona realmente le gustaba el cuadro pagaría lo que fuera para obtenerlo.

Él prefería admirarlo en su taller como una medalla, como un gran premio. Aspiraba a que su trabajo fuera admirado y entendido.

Era pues, Víctor Lewis, un admirador de lo bello, de los colores, de los dibujos. Era un hombre de familia. Su familia era lo más importante para él. Era respetado, admirado, querido, por sus hijos, como también de muchos vecinos, amigos y colonenses en general.

Trató siempre de dejar el nombre de Colón en alto con sus pinturas, porque la series de sus cuadros nos demuestran "El Colón Que Se Fue". De la misma manera que él se nos fue, pero nos queda el recuerdo de sus cuadros: las casas de madera con colores fuertes, colonenses caminando, vendiendo, sentados, parados, de día, de noche, en balcones, en tiendas, con números de lotería, propaganda de cerveza, soda, comida, estos fueron los pequeños detalles que hacían trascender a los cuadros de Víctor Lewis.

Sus cuadros representan lo que él también recordaba en su juventud, esas calles alegres con sus faros. Los niños jugando alegremente, no había tristeza en sus cuadros, todo era vivencias diarias del colonense. Ese Colón que ya se fue y que solo perdura en los cuadros plasmados por su autor.

Son entonces los únicos y los últimos de la colección de Víctor M. Lewis, el fue imitado por muchos, "el que inició el arte primitivo en Panamá", el que dejó un legado en su arte. Este arte que se fue con él y por el que hoy nos reunimos para darle el penúltimo homenaje que se merece.

Aunque físicamente Víctor Lewis nos abandonó, hoy y siempre permanecerá con nosotros enseñándonos la vida que se nos fue, porque como lo muestra su arte, el pasado, todos los pasados, incluso los que no nos han tocado vivir, son el tiempo que hemos perdido para siempre. Solo el arte nos permite recuperarlo. Nuestro artista encontró el pasado para nosotros, nos buscó la vida con su pincel.

OTRAS EXPOSICIONES.

En 1978 expone en colectiva para inaugurar la Galería INAC, es invitado especialmente por el Director del Museo Latinoamericano de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Dr. José Gómez-Sicre, para exponer sus obras en esta exposición Don Víctor Lewis expone 30 cuadros causando éxito completo.

De esta muestra, ha dicho el doctor José Gómez-Sicre "Víctor Lewis es un gran pintor que penetra en la temática panameña, por ello el Museo Latinoamericano de la OEA ha adquirido uno de sus valiosos cuadros, y esperamos que el pueblo panameño lo sepa en beneficio suyo". En este mismo año participa en la colectiva para inaugurar la Galería Marco Mundial y en la Galería del INAC en honor del encargado de la Embajada del Brasil.

En 1979 uno de sus cuadros es seleccionado en el Concurso Xerox, para exponer en San Salvador. Dona un cuadro a la subasta de Arte llevada acabo por la esposa del Embajador de los Estados Unidos, el dinero recaudado fue destinado a la niñez necesitada en Panamá.

En 1980 participa en la Exposición 29 Pintores Panameños INAC, y en el Concurso de la Federación de Asociaciones de Esposas de Abogados. En 1981 participa en la colectiva de Pintores colonenses en honor a Bruce Motta, Hotel Washington, recibe Mención Honorífica en el Concurso PANARTE, participa en la inauguración de la Galería de la Caja de Ahorros, Exposición de Cinco Pintores el cinco de noviembre en Honor al Ministerio de Vivienda auspiciado por el INAC. Diez años de pintura primitiva, INAC Hotel Washington y participa en el Concurso de Arte Pictórico de PANARTE auspiciado por la Azucarera Nacional. En 1982 colectiva de la plástica colonense en honor al Presidente de la República doctor Aristides Royo.

En 1983 exposición de pintores colonenses "Pintura y Poesía" Galería de Arte en el Chase Manhattan Bank en Colón en honor al ingeniero Leopoldo Benedetti. En 1984 participa en la exposición de pintura en homenaje al doctor José Gómez-Sicre quien fue Director del Museo de Arte Contemporáneo de América Latina 1976 - 1983. En 1985 Exposición Colectiva Iberoamericana de Pintura, Consejo Municipal de Colón. En 1986 exposición de "Siete Pintores colonenses" en Galería Mary de Bernal, participó en la exposición en The Gallery en Fort Davis, Colón y participó en el VI Concurso Nacional de Pintura, INAC. En 1887 exposición de artistas colonenses para la Inauguración de la Dirección General del Ferrocarril de Panamá, colectiva de pintores colonenses 59 versión en honor del licenciado Julio Luque en el Hotel Washington Hyatt. En 1989 expone para el Grupo Experimental del Cine Universitario.

En 1982, en agosto, en homenaje por el INAC para promover el arte en Panamá en la ciudad de Colón exhibe toda su colección de arte primitivo, alrededor de 33 cuadros. Y, finalmente, Es homenajeado por el Grupo Experimental de Cine Universitario (GECU) al lado de otros valores artísticos en la Universidad de Panamá.

 

Fuente: https://www.critica.com.pa/archivo/12062009/especiales.html#ixzz0zlKUNJ9v

 

 

La literatura panameña está en pleno apogeo, Justo Arroyo .

15.09.2010 02:19

Entrevista a Justo Arroyo, por James Aparicio

 

HORA CERO, (JAMES APARICIO).- Justo Arroyo no es un desconocido. Es el escritor panameño más premiado, con nueve premios Ricardo Miró, un premio centroamericano en los juegos florales de Guatemala y Rogelio Sinán. Desde 1966 cuando escribió La Gayola, otras quince obras entre cuentos y novela han sido galardonas. Arroyo está convencido que la literatura es para siempre y la tecnología en vez de herirla ayudará en su difusión.

La Otra luz (2008) es su novela más reciente, también premiada con el Ricardo Miró, el máximo galardón de las letras panameñas.

HORA CERO lo interrogó y el escritor colonense (74 años) responde a todas las preguntas, sin dejar nada en el tintero.

Dejando atrás al hombre del Celofán (1971), Réquiem por un duende (2002), Sin principio ni fin (1999), Para terminar diciembre (1995), Rostros como manchas (1991), Capricornio en gris (1972), Lucio Dante resucita (1998), Héroes a medio tiempo (1997) están entre las obras laureadas de Arroyo.

Arroyo no se atreve a elaborar un listado de los escritores más influyentes de la literatura panameña, por que cree que todos han jugado un papel trascendental.

Sin embargo reconoció que Ricardo Miró es un referente, así como lo fueron y serán José de Jesús Martínez (Chuchú), Roque Javier Laurenza, Elsie Alvarado de Ricord, Diógenes de La Rosa, Joaquín Beleño, Esther María Osses y Joaquín Beleño

JAMES APARICIO (JA).- ¿Está la literatura panameña en agonía?

JUSTO ARROYO (JAR).-La literatura panameña está en franco apogeo, con un doble discurso interesante: el de los consagrados y el de las nuevas generaciones. Creo que la literatura, como todos los medios que dependen de la palabra escrita, está en crisis, en una etapa de autoanálisis debido a la preponderancia de los medios audiovisuales. En ese sentido, la agonía podría ser de los libros, no de los escritores; de las editoriales y de sus retos para mantenerse relevantes en la era del Kindle.

JA.- ¿Han perdido los escritores nacionales su identidad y compromiso o no existen?

JAR.-Superada la etapa del Canal como aglutinante de la literatura nacional, ha mantenido una cohesión producto de los vicios de nuestras sociedades. En ese sentido la identidad nacional se une a la gran identidad internacional en el tratamiento de los temas que nos mortifican y que llevan al compromiso.

JA.- Así como los nicaragüenses tienen a Rubén Darío, Panamá se enorgullece de Ricardo Miró, ¿trascendieron otros escritores panameños?.

JAR.-Rogelio Sinán es un escritor trascendental, un referente de nuestra literatura. Así como lo son José de Jesús (Chuchú) Martínez y Roque Javier Laurenza, entre muchos otros

JA.-¿Cómo llega usted a la literatura, en un país donde leer es casi un dolor de estómago para muchos panameños?

JAR.-Independientemente de ese “dolor de estómago” que tan correctamente señalas, escribir es una vocación, que se va a ejercer aun dentro de las más difíciles circunstancias. Como el periodismo. El periodista de raza lo va a realizar no obstante los retos económicos, sociológicos y tecnológicos. Leer seguirá siendo un reto y sólo se hará más complicado. Pero confío en que las tecnologías se apoyen mutuamente para fortalecerse entre sí.

JA.-¿Desde la Galoya, cómo ha evolucionado el estilo de Justo Arroyo?

JAR.-Desde La gayola he pasado por varias etapas comunicativas hasta arribar hace unos años a un estilo en que lo principal es la claridad y la sencillez, el flujo de la narración y el interés.

JA.-¿Por qué "Otra Luz". Yolanda Crespo en una reseña publicada en HORA CERO afirmó que es una novela con contenido sociológico?

JAR.-Otra luz responde a estos lineamientos.

La dificultad de los años formativos de mi personaje lo llevan incluso a la cárcel pero también a ver la luz al final del túnel. Me pareció acertadísimo el resumen que hace Yolanda Crespo de esta novela.

JA.-¿Cuál es su obra más profunda, desde Dejando atrás al hombre de celofán?

JAR.-Cada libro tiene su historia y guarda un sitio especial por las circunstancias de su creación. He tenido libros experimentales, políticos y de pura literatura. Me resulta difícil, por tanto, señalarte uno.

JA.-¿Qué significado tienen tantos premios y reconocimientos internacionales por su obra literaria?

JAR.-Los premios han servido para romper la barrera editorial y para acercarme a un público mayor, tanto en Panamá como en el extranjero.

JA.- ¿Cuál es el mensaje de Otra Luz, cómo surgieron los personajes que parecen complicados, pero que a la vez son de la vida real?

JAR.-El mensaje de Otra luz es para la juventud, y tiene que ver con esa línea delgada que puede significar la vida o la muerte, la cárcel o una carrera. Lamentablemente la violencia y la inseguridad en nuestros países hacen relevante este mensaje, al contemplar cómo tantos de nuestros jóvenes están siendo sacrificados sin haber empezado a vivir aún

JA.- Si hicieramos una lista de los escritores más importantes de Panamá y nos arriesgaramos a tener un listado del 1 al 20, cuáles serían a sus criterio?

JAR.-Pregunta muy difícil ésta, puesto que habría que incluir tanto a poetas como ensayistas, dramaturgos y narradores. Cada uno tiene su importancia. En base a esto, se me hace más fácil señalar los que, para mí, están en lo más alto de la lista.

Los mencionados Rogelio Sinán, Chuchú Martínez y Roque Javier Laurenza. Los dos primeros abordaron con éxito todos los géneros, Sinán incluso hizo literatura infantil.

Ricardo Miró, es, por supuesto, nuestro gran poeta histórico y Diógenes de la Rosa y Ricauter Soler brillan en el ensayo.

En la novela tengo en muy primer lugar a Joaquín Beleño, que definió la literatura del Canal. Elsie Alvarado de Ricord es ejemplo de excelente ensayista y poeta, así como Esther María Osses.

JA.- ¿Por qué se inclinó por la novela y no por el cuento, teatro o la poesía?

JAR.-Son los géneros en que me siento más cómodo, más directo. No obstante, para mi consumo personal ha practicado poesía, además de cometer algo de teatro, también inédito.

JA.- ¿Se puede vivir en Panamá de la literatura?, ¿Qué falta?

JAR.-Dudo que se pueda vivir de la literatura en cualquiera de nuestros países. Los escritores son profesores, periodistas, abogados o médicos, etc. Todo esto dificulta lo que es una carrera de tiempo completo, como la literatura. Sólo los premios grandes, como el Planeta o el Alfaguara permiten un respiro hacia la vocación. También, por supuesto, un descomunal éxito como el de García Márquez.

JA.- ¿Morirá la literatura consumida por la tecnología, superficialidad y consumismo?

JAR.-Creo que contesté esto más arriba. Confío y espero que las tecnologías se complementen. Que así como seguirá el libro de papel y el periódico de papel, exista el libro virtual y el periódico virtual.

Tocará a todos abordar el problema, porque a la inmediatez de un libro o periódico, esa complicidad entre lector y medio, se contrapone la audiencia masiva, aquello invaluable, por ejemplo, de que tu excelente HORA CERO no sólo se lee en Panamá sino en el mundo entero.

Eso no tiene precio.

justoarroyo@cableonda.com

www.justoarroyo.com

 

 

 

Promotora cultural colonense

14.09.2010 13:09

Rita Wong, una mujer ejemplar

por Delfia Cortez

La cultura es lo que identifica a un pueblo, y el conjunto de todas las formas, los modelos o los patrones, que exponen la verdadera expresión de la región, y es gracias a ella que la educación se amplía en nuestra juventud.

En Colón, existen personas que se dedican a resaltar la cultura a través de sus actividades en su provincia, hoy en La Voz dedicamos este reportaje a Rita Wong, una colonense que sin pedir nada a cambio promueve los "Martes Culturales" para resaltar lo bueno de la tierra que la vio nacer.

El tan positivo programa Martes de Cultura inició el 7 de julio de 2009, como iniciativa de la empresa hotelera Four Points by Sheraton, ubicada en Milenium Plaza, que puso a disposición su salón para la actividad académica. Todo empezó en el año 2003 cuando pensando en satisfacer una necesidad de los turistas que los visitaban en los cruceros que llegaban al Puerto de Cruceros Colón 2000 abrieron la librería Book Nook.

Rita tiene rasgos chinos, porque sus abuelos son de la República de China; sin embargo, sus padres son panameños al igual que ella.

Rita Wong tiene dos maestrías, ejerce como docente del Centro Regional Universitario de Colón y en la Universidad Santa María la Antigua, como profesora de Inglés.

Todos los jueves, Wong también presenta su segmento "Jueves Cultural" en el programa Acción 100% Noticias de Marbella Stereo, ya que su fin es inculcar el hábito de la lectura a los niños, jóvenes y adultos. "Considero que en Colón tenemos cosas buenas, por eso queremos que la gente se enamore de la lectura que enriquece el alma y en este programa de noticias me abrieron las puertas para hacer docencia a los que nos escuchan", dijo.

Son 25 programas culturales que ha presentado Rita, y que incluyen temas como poesía, literatura, pintura, danza, teatro, baile, folclor; temas de interés local como el reciclaje entre otros, que también incluyen a profesionales independientes, amantes de la cultura.

MOTIVACION
¿Qué motiva a Rita? "Sinceramente, nuestro nervio motor es poder ayudar con nuestro aporte a elevar la autoestima y reforzar nuestra identidad como colonenses y como parte de la gran familia de Dios que somos, ya que nuestro lema "es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad".

Fuente: https://www.critica.com.pa/archivo/04112010/lav09.html#ixzz0zWp63Fg5

Librería Book Nook

Entrada Super 99, Centro Comercial Colón 2000, Ciudad de Colón

Tel. (507) 6614-6184, email: ritawonglew@cwpanama.net

 

 

La Librería Argosy, por Rolando Gabrielli

14.09.2010 03:38
 

Ahì està el griego, entre libros, retrato de artistas y autores famosos, con dos banderas que no le pertenecen, como en un ùltimo naufragio con su Librerìa Argosy, a cuestas, cargando con las palabras, desde hace algunas dècadas, en la cèntrica Avenida Argentina del barrio El Cangrejo, en ciudad de Panamà. Inmutable, siempre me recomienda la lectura de Kavafis, como si el magnìfico griego descendiera de su fotografìa y nos hablara de su temporada en Egipto. Llueve y la ciudad no es de pocas làgrimas, pero el griego Gerasimo "Jerry" Kanelòpulus, pareciera ignorar el tiempo, el paso de la historia, y todo està hùmedo en ciudad de Panamà.


El tiempo no se detiene dos veces en un mismo sitio/ y las imàgenes vivieron su vida/ juegan quizàs con el pasado/El desvencijado tobogàn de la historia/pasa revista en alguna esquina/No hay màs poesìa en las palabras/que las mismas palabras usadas/Nadie podrìa decirme que no estuve aquì/en el lugar antes de nacer/o en ningùn otro que pudiera superar/la fecha que no encuentro/la hora y el sitio que estremece las pàginas/de un autor desconocido./Nada es màs preciso a veces/ que la mano circular sobre la piel de un esclavo/Es la tinta milenaria de un cuerpo/la grasa y el sudor de un continente negro/Es aquì donde el pasado pareciera ignorarme/Sostengo que no hay peor cuña que la de un mismo palo/jalo de mi sombra y bajo el telòn/La perfomance no es mi estilo/de vida, ni de muerte. R.G.


Jerry se nos cayò al Istmo desde Atenas, y de tan lejos venir, se nos quedò en estas cuatro paredes. Grecia era muy antigua, los filòsofos ya no estaban y los griegos ya no corren la Maratòn como en los tiempos de Pheidippides. La cicuta que probò Sòcrates, aùn nos responde: Conòcete a ti mismo. Si ese ejercicio se hiciera, como lo planteò el filòsofo hace 23 siglos, nos ahorrarìamos uno que otro error, màs de alguna injusticia y ciertas equivocaciones en el manejo no sòlo de nuestras vidas, sino de los demàs. Tantas personas que han pasado a la historia, por la historia, sobre la historia, dentro de la historia, que han hecho historia, que la misma piedra nos mira y sonrìe.


La Librerìa Argosy, como todas las librerìas en Panamà, fueron los ùnicos locales que las turbas no saquearon durante la Invasiòn de Estados Unidos a Panamà. en 1989. El màs extraordinario jamàs visto por la propiedad privada y los libros, como mitos sagrados del hombre moderno: intocables, simplemente. Jerry se sintiò satisfecho de ese acto y salvò su patrimonio de libros en español, francès e inglès.


Con sorpresa vi en su mesòn principal, en mi ùltima visita unos libros en inglès de Roberto Bolaño, y veo que escuchò mis ruegos, aunque los trajo en lengua franca. Los habìa vendido casi todos, rescate una ediciòn bilingue delos Perros romànticos: The Romantic Dogs.


Por esta librerìa, la de Jerry, han entrado no sòlo libros para ocupar los estantes, caer en las manos de lectores que vienen de lejos o son de casa, sino algunos personajes, como Graham Green, Margot Fontaine, Mario Vargas Llosa, Ernesto Cardenal y otros que pueden ser descubiertos en las paredes con asombro de permanecer aùn en este paìs de trànsito. James Joyce, Allen Ginsberg, James Dean, Cavafis, Ernesto Cardenal , Hemingway, Laurel y Hardy, John Steinbeck, uno de los favoritos de Jerry, y muchos màs, como Humprhy Bogart, aquellos que estuvieron al Este del Paraìso o se llevaron el viento, permanecen allì mudos en el tròpico, a pesar de sus grandes historias, hazañas en el papel o en el celuloide. La vida estampada en un libro o en la gran pantalla. Que màs da.

Rolando Gabrielli©2009
https://rolandogabrielli.blogspot.com/

 

 

Ura del Drago, un poeta que le canta a la afrodescendencia

 

12.09.2010 02:35

Entrevista la poeta amigo Ura del Drago (Raúl Houlstain)
Néstor Martínez
Editor Trazos Culturales - Diario Co Latino


Naitafon quiere decir noche de fiesta, y así se llama el poemario recién publicado del poeta Urá del Drago y lo ha dedicado a la gente de Bocas del Toro, una provincia de Panamá. “Se quiere hacer ver que en Bocas, su gente y su historia, eso es poesía también. Así de sencillo”, dice acerca de su obra que refleja precisamente el alma de los afrodescendientes que viven en esta región al noroeste de Panamá. Urá del Drago es el seudónimo de Raúl Houlstan, quien luego de ejercer la docencia, abogacía y la diplomacia, se refugia en su isla natal, Colón, donde lo encontramos y conversamos acerca de la poesía.

- ¿Qué concepto manejás de tu poesía?

Mi poesía es la continuidad del trabajo hecho por los poetas en mi país. Panamá tiene una poesía bastante militante. La poesía panameña casi ha sido el sostén de la nacionalidad. El echo de enfrentarnos nosotros al imperio, tener la presencia del imperio, tener catorce bases extranjeras en un momento en nuestro territorio, hizo que los panameños o el pueblo panameño, los poetas llegaran a la conclusión de que el arte, en este caso específico la poesía, era nuestra principal arma. En este sentido, la poesía panameña siempre ha girado en torno, como la poesía universal, en torno a algunos temas que son comunes a todos los poetas del mundo. Pero lo que nos une en Panamá a los poetas, es eso de que siempre escribimos una poesía en defensa del aspecto soberano de nuestro país, esa identidad, ese hecho de ser panameño dentro de un contexto multiétnico y pluricultural.

- ¿Entonces tu poesía está colaborando a la búsqueda de la verdadera nacionalidad panameña?

En efecto. Siempre apunta a eso y en estos momentos también oscila hacia grandes interrogantes nacionales que tienen que ver también con el aspecto étnico. No es justo que en nuestro país hayamos ciudadanos de segunda clase. Estas cosas se dan, se dan por algunos sistemas, la forma como está estructurado el sistema, entonces esto también me llama la atención. Yo, como afrodescendiente, siento como que hay una tendencia a excluirnos, o sea, se nos quiere para que bailemos, para que cocinemos sabroso, pero a la hora de mandá, allí como que no estamos, o sea, en la hora de la toma de decisiones. Mi poesía apunta hacia eso: que me devuelvan ese estadio de la toma de las decisiones, porque un cimarrón en los tiempos de la colonia tenía más poder de decisión que yo.

- ¿Cómo nace tu pasión por escribir? ¿Desde cuándo nace?

Hay influencias familiares y sobre todo el arribo a lo que se llama vanguardismo. Tengo familiares que escriben y que son muy conocidos en el país. Entre ellos Sánchez Borbón y José María Sánchez, que es otro gran cuentista. Pero, aparte del respeto que me inspiraron éstos familiares, también tuve acceso, un acceso privilegiado dentro de mi familia, para, cómo diría, llegar a cierta literatura, o sea es mi propia familia la que me pone a leer a Kafka, por ejemplo. Es gente de mi familia la que me dice ‘ponete a leer esto’ y entre las cosas que leí me acuerdo que había un libro que me inspiró mucho, un libro nacional de un tal Arístides Martínez Ortega, que se llamó ‘A Manera de Protesta’. Cuando yo leo este pequeño libro, el estilo, que hoy me doy cuenta que es lo que se llama vanguardismo, me impactó mucho, así como me impacta mucho hoy el rap, porque el rap en realidad es rhythm and poetry, entonces, así mismo como me impacta hoy el rap y estas manifestaciones modernas culturales, asimismo me impactó el modernismo en la poesía, a tal punto que al leer este libro, que ya mencioné, me dije: ‘si esto es poesía yo creo que también puedo escribir poesía’.

- ¿Cómo está el movimiento de la poesía en Bocas del Toro?

En la provincia hay muy buenos poetas, algunos no están aquí. En lo personal conozco como a dos o tres personas allegadas a mí, y no las veo siempre, pero sé que son muy buenos poetas. Lo que pasa también es que en Bocas del Toro, mucha gente ha emigrado. Muchos de los grandes de la literatura y de la historia son bocatoreños, como Sánchez Borbón que ya te mencioné, como Consuelo Tomás, una joven de nombre Harbor que también escribe, Celestino Araún Unfante es uno de los historiadores más reconocidos de Panamá... Boca del Toro tiene toda una pléyade de personajes... el profesor Guillermo Smith. Hay un joven, Amílcar Briceño, que acaba de tirar un libro sobre historia de Bocas del Toro. Estos son, algunos atisbos, por decirlo así, del trabajo que se está haciendo y que vale la pena. Por allí hay muchos poetas desperdigados.

- Ahora una pregunta que siempre hago a los poetas: ¿Qué es poesía para vos?

Para mí la poesía es belleza, ritmo, el manejo de la plasticidad del lenguaje y la posibilidad que encierra la palabra llana. Poesía es una caja de Pandora. Poesía es la bóveda celeste, poesía es el mar para nosotros que vivimos en Bocas del Toro, porque todo lo del mar es poético, y sobre todo la gente, porque la poesía, a mi modo de ver, está ligada al quehacer colectivo, como que está ligada a lo que es la gente, a lo que hace la gente. Pero sobre todo eso de la belleza, el ritmo, la plasticidad del lenguaje, cómo con una palabra que uno oye a diario puede darle ese sentido oculto, o de repente esa caja de Pandora en una expresión desata toda una serie de sentimientos. Eso es lo bello de la poesía. A veces la poesía es un arma.

www.diariocolatino.com
Octubre de 2005